Curiosa terapia planetaria
Chris Rapley y James Lovelock (reconocido científico autor de la “Hipótesis Gaia”) proponen utilizar los océanos para reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Ambos expertos plantean mezclar las aguas profundas, ricas en nutrientes, con las aguas superficiales a través de grandes tubos. Actuando como un fertilizante natural, las algas crecerían, necesitando más dióxido de carbono que a su vez generaría sulfuro de metilo, indispensable para la formación de nubes que reflejan la luz solar. No obstante, se indica la importancia de tener en cuenta las consecuencias que tendría la acidificación del océano. ¿Podrá la Tierra curarse por sí sola?