Wednesday, September 12, 2007

Con ruido no hay ballenas

La desaparición de las ballenas en el año 2002, frente a las costas del noroeste de Italia, se ha relacionado con el impacto de los ruidos que afectaron a estos cetáceos. El Instituto Central para la Investigación Científica Aplicada al Mar (ICRAM), ratificó que las ballenas “sufren si hay demasiado ruido”. Se ha comprobado que durante el año en que estos mamíferos abandonaron la zona, se estaban ejecutando obras a más de 200 kilómetros de distancia, concretamente en la Costa Azul francesa, muy cerca de Saint Tropez. En muchas ocasiones, la contaminación sonora no es considerada de un alto impacto negativo. Sin embargo, este ejemplo nos dice todo lo contrario.